EL OBJETIVO DE ESTA PÁGINA

Recuperar los Sermones de San Bernardo de Claraval para facilitar su conocimiento y divulgación. Acompañar cada sermón con una fotografía, que lo amenice, y un resumen que haga más fácil la lectura. Intentar que, al final de esta aventura intelectual, tengamos un sermón para cada día del año. Un total de 365 sermones. Evidentemente, cualquier comentario será bienvenido y publicado, salvo que su contenido sea ofensivo o esté fuera del tema.

domingo, 6 de julio de 2014

LA POBREZA VOLUNTARIA


Entró Jesús en su castillo, y una mujer de nombre Marta lo recibió en su casa. El castillo donde entró Jesús es la pobreza voluntaria, la cual protege a sus moradores del doble peligro que amenaza a los enamorados de este mundo: la envidia propia y la ajena. Por una parte la pobreza tiene el aspecto de miseria y evita la envidia ajena; y por otra parte es voluntaria, y no envidia a nadie.
 Estas dos hermanas simbolizan las dos fuerzas de vida de los amantes de la pobreza. Unos como María, preparan dos platos con todo cariño al Señor Jesús: la corrección de sus obras en la salsa de la constricción, y los ejercicios de piedad con el caldo de la devoción. Otros viven sólo para Dios como María, y contemplan a Dios tal como aparece en el mundo, en los hombres, en los ángeles, en sí mismo y en los condenados. Contemplan a Dios que rige y gobierna el universo, que libera y socorre al hombre, que es gozo y encanto de los ángeles, principio y fin de todo, y espanto horroroso de los réprobos. O con otras palabras: admirable en sus criaturas, digno de amor en los hombres, deseo de los ángeles, misterio inaccesible en sí mismo, e intolerable para los condenados.

RESUMEN Y COMENTARIO
La pobreza es una gran virtud porque nos priva de la envidia y de ser envidiados. Podemos enfocarnos en las labores de cada día, en la pobreza y humildad de nuestras obligaciones, como hacía María, o en dejarnos llevar por una vida contemplativa entregados a la voluntad de Dios.

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