1. Qué bueno y qué agradable convivir los hermanos unidos! Existe la unidad natural, la carnal, la virtual, la moral, la espiritual, la social, la personal y la principal.
Hay unidad natural entre el cuerpo y el alma; unidad carnal entre el hombre y la mujer, y de ella se dice que serán dos en una sola carne. La unidad virtual es la que unifica al hombre en sí mismo para que no se disperse en mil asuntos, sino que, a ejemplo del Profeta, pida una sola en el Señor. La unidad moral es la que nos une con el prójimo, y por eso dice el Salmista que Dios hace habitar en su casa a los de idénticas costumbres. La unidad espiritual nos une con Dios, como lo recuerda el Apóstol: Quien se ahiere a Dios se hace un mismo espíritu con él. La unidad social es propia de los ángeles, la personal es exclusiva de Cristo, y la principal o sustancial pertenece a la Trinidad.
2. ¡Qué dulzura y qué delicia! Algunas cosas son buenas y agradables; otras ni buenas ni agradables; algunas son buenas, pero no agradables, y otras son agradables, pero no son buenas. De las buenas y desagradables se pasa a las buenas y agradables. De las agradables y no buenas se pasa a las que no son ni buenas ni agradables. Las buenas y desagradables son la continencia, la paciencia y la disciplina. Las agradables y malas son el placer, la curiosidad y la vanidad. No son buenas ni agradables la envidia, la tristeza y la pereza. Son buenas y agradables la honestidad, la caridad y la pureza.
Para alcanzar este bien bueno y agradable se precisan la unidad virtual y la moral. La primera se turba con la pusilanimidad y la ligereza. La pusilanimidad hace abandonar el propósito y la ligereza cambiarlo. Y a la unidad moral la turban la obstinación, la suspicacia y la simulación. La obstinación no acoge al prójimo. la suspicacia no le cree y la simulación no se une a él.
La esperanza de los bienes eternos anula la pusilanimidad, y la obediencia humilde la ligereza. La obstinación se vence con la humildad, y la suspicacia y simulación con la caridad.
RESUMEN
Debemos buscar la unidad del ser. Hay distintos tipos de unidad. Hay que destacar la unidad moral que nos hace unirnos al prójimo y la espiritual que nos une a Dios. Para llegar a este fin hay conductas buenas y malas, agradables y desagradables. Cada una de las no buenas tiene su propio antídoto. Así la obediencia humilde anula la ligereza. La suspicacia se combate con la caridad.
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