EL OBJETIVO DE ESTA PÁGINA

Recuperar los Sermones de San Bernardo de Claraval para facilitar su conocimiento y divulgación. Acompañar cada sermón con una fotografía, que lo amenice, y un resumen que haga más fácil la lectura. Intentar que, al final de esta aventura intelectual, tengamos un sermón para cada día del año. Un total de 365 sermones. Evidentemente, cualquier comentario será bienvenido y publicado, salvo que su contenido sea ofensivo o esté fuera del tema.

lunes, 9 de julio de 2012

Oración atribuida a San Bernardo de Claraval. Frases célebres








Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, ha ya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.



ACORDAOS

MONASTERIOS IMPORTANTES
San Juan de la Peña

Santa María de la Huerta. Monasterio

Santo Domingo de Silos


Frases célebres:

¿Qué es la avaricia? Un continuo vivir en la pobreza por temor a ser pobre.
El desconocimiento propio genera soberbia; pero el desconocimiento de Dios genera desesperación.

La muerte os espera en todas partes; pero, si sois prudentes, en todas partes la esperáis vosotros.

No hay gracia sin compunción ni compunción sin gracia.

La novedad es madre de la temeridad, hermana de la superstición e hija de la ligereza.

El infierno está lleno de buenas voluntades o deseos.

La culpa no está en el sentimiento, sino en el consentimiento.

Malditas serán dichas ocupaciones, si no dejan dedicar el debido tiempo a la oración y a la meditación.»

Dios es altura, anchura, largura y profundidad.

"Debemos amar a Dios porque Él es Dios, y la medida de nuestro amor debe ser amarlo sin medida." ...sobre la necesidad de acudir a la Stma. Virgen:
Si se levanta la tempestad de las tentaciones, si caes en el escollo de las tristezas, eleva tus ojos a la Estrella del Mar: invoca a María!.
Si te golpean las olas de la soberbia, de la maledicencia, de la envidia, mira a la estella, invoca a María!
Si la cólera, la avaricia, la sensualidad de tus sentidos quieren hundir la barca de tu espíritu, que tus ojos vayan a esa estrella: invoca a María!
Si ante el recuerdo desconsolador de tus muchos pecados y de la severidad de Dios, te sientes ir hacia el abismo del desaliento o de la desesperación, lánzale una mirada a la estrella, e invoca a la Madre de Dios.
En medio de tus peligros, de tus angustia, de tus dudas, piensa en María, invoca a María!
El pensar en Ella y el invocarla, sean dos cosas que no se parten nunca ni de tu corazón ni de tus labios. Y para estar más seguro de su protección no te olvides de imitar sus ejemplos. Siguiéndola no te pierdes en el camino!
¡Implorándola no te desesperarás! ¡Pensando en Ella no te descarriarás!
Si Ella te tiene de la mano no te puedes hundir. Bajo su manto nada hay que temer.
¡Bajo su guía no habrá cansancio, y con su favor llegarás felizmente al Puerto de la Patria Celestial! Amén!!


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