EL OBJETIVO DE ESTA PÁGINA

Recuperar los Sermones de San Bernardo de Claraval para facilitar su conocimiento y divulgación. Acompañar cada sermón con una fotografía, que lo amenice, y un resumen que haga más fácil la lectura. Intentar que, al final de esta aventura intelectual, tengamos un sermón para cada día del año. Un total de 365 sermones. Evidentemente, cualquier comentario será bienvenido y publicado, salvo que su contenido sea ofensivo o esté fuera del tema.

domingo, 20 de abril de 2014

SERMÓN CUARTO RESURRECCIÓN: PARA ALGUNOS CRISTO NO HA NACIDO

SERMON CUARTO


En los días de Pascua. Para algunos Cristo no ha nacido todavía


Capítulo 1


   Todo cuanto se nos dice del Señor es medicina para nuestras almas. Estemos, pues, muy atentos, no llegue a decirse de nosotros: Hemos tratado a Babilonia y no se cura. Pensemos qué efecto producen en nosotros esos remedios tan valiosos. En unos Cristo todavía no ha nacido, en otros no ha muerto, y en otros aún no ha resucitado. En algunos no ha subido al cielo y en otros todavía no ha enviado el Espíritu Santo.


  ¿Es eficaz en un hombre soberbio la humildad del que a pesar de su condición divina, no se aferró a su categoría de Dios, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo? Qué huellas vemos de la modestia de Cristo en aquellos que suspiran insaciables por las riquezas y honores del mundo? ¿No se dilata vuestro espíritu al proclamar: nos ha nacido un niño? Cristo no ha nacido para los que rehuyen el trabajo y temen la muerte, puesto que no aceptan que su victoria consistió en soportar el dolor y pasar por la muerte.

Capítulo 2


  Cristo no ha resucitado en aquellos que sienten angustias mortales frente al peso de la vida y el rigor de la penitencia, y desconocen los gozos del espíritu. Si no se acortasen esos días, sería imposible perseverar. En otros Cristo resucitó, pero no subió al cielo: vive todavía con ellos en la tierra en una piadosa inocencia. Son fervorosos, y oran en la oración y suspiran en la meditación, siempre están alegres y contentos, y hacen de sus días un continuo aleluya. Conviene retirarles la leche y enseñarles a comer alimentos sólidos: les conviene que Cristo los deje solos y carezcan de ese fervor novicio.


  ¿Serán capaces de comprenderlo? Al no sentir a Dios creerán no estar en gracia. Esperen y permanezcan en la ciudad hasta que reciban de lo alto virtudes más sólidas y los dones del Espíritu Santo. Los Apóstoles, cuando fueron elevados a un grado superior, y entraron en el camino excepcional del amor, olvidaron sus antiguas lágrimas, y sólo pensaban en vencer al enemigo común y pisotear a Satanás.

RESUMEN
Muchos hombres no se enteran, no aceptan la “buena nueva”. Para unos no ha nacido. Para otros no resucitó. Otros viven en una sencilla inocencia que quizás precise de alguna prueba adicional para mejorar su desarrollo en la salud espiritual.



 

1 comentario:

  1. Que Serio resulta San Bernardo en estos comentarios, y que libre, un punto de vista lleno de verdad.

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